Cuando cumplí 15, la nana me dijo: los primeros quince se van muy lento. El resto de la vida se te irá rápido. Parecerá que el tiempo vuela.
Vaya si tenía razón. Ahora que veo para atrás, creo que si me puedo dar el gusto de sentir que las cosas buenas pesan más que las malas. Que estoy muy contento con la profesión que elegí, con los amigos que elegí, con la pareja que he elegido. Quizá fueron todos ellos que me eligieron a mí. Puede ser, pero eso no opaca lo contento que pueda estar con todos.
La vida sigue su rumbo. Los años efectivamente se han ido más rápido. Las buenas decisiones tomadas han sido como un
slow-motion en esta montaña rusa. Me ha gustado disfrutarlas y que no se vayan rápido. Mientras de las malas, una vez aprendidas, pues bueno, vaya volando.
Fast-forward contigo.
Hoy cumplo los segundos 15. Me pregunto si será que a la nana le faltó un corolario. Me pregunto si la vida me correrá más rápido ahora.
Quisiera saber como estaré cuando cumpla los terceros. Espero que igual de contento como estoy ahora. Espero que mi Ecuador haya cambiado, para mejor y no para peor. Espero que la vida me de un respiro y que aquellos momentos buenos, los viva como si estuviera en el carrousel, y no en la montaña rusa.