Ya son 3 años...

El día de hoy no quiero comentar sobre Ecuador. Quiero comentar sobre el mundo, sobre lo que esta viviendo el mundo en general. Ya son 3 años desde el atentado del WTC.

Y todavía están muchas respuestas en el aire.

Insisto en indicar que no hay ideología, ni poder en el mundo que justifique la destrucción masiva de gente, inocente o no. La vida es un regalo preciado. Si crees en Dios, pues dí que el te la dio. Si no crees en él, entonces es una experiencia maravillosa como para estarla desperdiciando. Si, es un misterio finalmente, pero sigue siendo una experiencia extraordinaria...

Quiero, lectores míos, que nos acordemos de las imágenes de aquel entonces... Gente lanzándose desde los pisos más elevados, condenados a una muerte quizá menos angustiante, aferrados a la posibilidad de que alguien los salve en la caída... Gente llena de polvo y cenizas... y nosotros, mirando desde la TV como se destruía uno de los mayores símbolos del capitalismo existente... con horror y espanto, pero finalmente, indignados.

Alcemos nuestras oraciones para que aquellas personas que perdieron a sus seres queridos en el atentado encuentren el consuelo tan necesario en estas fechas... aquellos niños que no conocieron a sus padres estén tranquilos... y aquellos que nos impactamos no quedemos indiferentes ante tan magra desgracia.

Ya no importa finalmente si Osama tuvo la culpa, si es que Bush sabía del atentado de antemano, o si finalmente todos se hicieron de la vista gorda y dejaron pasar por alto el problema. Importa, que dejemos finalmente la agresión mutua, y vivamos en paz y armonía.

Los dejo con una frase que leía alguna vez, una antítesis muy interesante... medítenla por favor: "El fin de toda guerra es la paz".