El Ecuador de hoy - Política y Sociedad Ecuatoriana: Eureka!

abril 05, 2005

Eureka!




Pensando un poco, creo que he encontrado la manera de salir de la crisis que tenemos actualmente, y de paso, bajamos la incidencia del dengue. Procedamos.

1. Convocamos a un gran estelar nocturno, digamos, y solo por decir, entre los niños Jacobito y Toñito, que se sabe que quieren irse de puñetes.

2. Este estelar lo programamos, digamos, en esa gran zanja que existe al lado del mall del sol. Cabe anotar que dicha gran zanja, está llena de agua putrefacta, y desde luego, mosquitos.

3. Hacemos la propaganda suficiente, como para que vayan los diputados del congreso, Abdalá y sus amigos, el coronel y su gabinete, en fin, harta gente del acontecer noticioso nacional.

4. Le pedimos al chef de Carondelet que se prepare el buffet nocturno.

5. El acto deberá desarrollarse de la siguiente manera: Mientras está la pelea a puño limpio, procedemos a servir los bocaditos hechos en Carondelet. Esto garantizará que los espectadores, como sucede con la comida en Carondelet, queden tontos, o sino, por lo menos cretinos, por la sal sin yodo. Ustedes saben...

6. Una vez que los boxeadores se hayan cansado, y los espectadores estén atontados, los mosquitos proceden a realizar su trabajo. Pican y pican a los espectadores. Aquí podrán suceder tres cosas:

a. Los espectadores se contagian de dengue. Como persiste el paro médico, no los atenderán. Y puede ser que se mueran de dengue hemorrágico. Aunque pensándolo bien, creo que estos señores no tienen sangre, porque sino se debiera subirles al rostro de la vergüenza que nos están haciendo pasar.
b. Los mosquitos se contagian, por la sangre contaminada con la comida de Carondelet. Entonces, también se atontan. Vamos y les caemos a los mosquitos. Los matamos. Dejamos unos cuantos vivos, para que se reproduzcan, y todos lleven algo de cretinismo, de manera que será más fácil erradicar el dengue.
c. Los espectadores forman parte del estelar nocturno, y se matan entre ellos. Y los mosquitos? Fácil, ¡se mueren de la risa!