Esperando el cambio
Una vez más hice mi recorrido matutino por los principales diarios del país.
Quería encontrar algo nuevo, algo diferente. Quería encontrar notas positivas en la cual se noten los avances del Ecuador en algún aspecto, en algún ámbito... No encontré nada.
Sí, nada. Encontré algo sobre la promoción turística del país, que me pareció interesante, si es que hubiese querido escribir sobre turismo. No, yo quería escribir sobre planes a largo plazo, crecimiento sostenido del país. Reitero, no encontré nada.
¿Triste realidad? ¿Estamos condenados a no escuchar nada bueno del Ecuador? Ok, digamos algo positivo: a fuerza de la dolarización la inflación está controlada (en realidad porque no alcanza la plata como para que la demanda suba y por ende los precios). Si, y? La sensación general de los ecuatorianos es que estamos mal.
Un conocido mío (ecuatoriano también) me indicó una vez: el estigma del ecuatoriano es ser ecuatoriano. Me reí en ese momento. Luego reflexioné: Mierda, si me reí, es porque parece tan lógico pensar eso...
Somos un país chiquito, donde la riqueza está mal distribuida... soñamos un día con salir del tercer mundo... pero el problema está en que soñamos... no hacemos mucho por salir de ahí (bueno, algunos gobernantes si nos quieren sacar de ahí, pero no para arriba, sino para abajo).
¿Qué podemos hacer? Sencillo, como indiqué en un post anterior... Comencemos por la identificación del problema principal: la corrupción. El problema en el Ecuador son 2: la impunidad y el quemeimportismo. Ese quemeimportismo es el que hay que erradicar. Dejemos a un lado las actitudes individualistas, el lleve personal, para tener un sentido más de nación (consultar el concepto en cualquier libro de cívica) que de individuos que viven en el mismo territorio... participemos del avance nacional.
¿Pero cómo? Bueno, comencemos por lo que gracias a Dios todavía no nos quitan... el derecho al voto. Si, meditemos bien nuestro voto, no votemos porque "ese man va a ganar, por eso voto por el man" (creánlo o no, mucha gente vota por eso). Meditemos bien, analicemos todas las alternativas, leía un consejo en días anteriores: "Vote por el que menos promete". Creo en esa realidad... meditemos bien el voto para saber que es lo que mejor conviene al país.
Amigos, se nos viene una oportunidad brillante para cambiar el destino de nuestras ciudades, no la desperdiciemos.
La oportunidad para cambiar El Ecuador de Hoy está en nuestras manos. Siempre estará ahí. Lo único que tenemos que hacer es analizar bien, en que parte de la papeleta vamos a rayar.
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