¿Si se puede?
En innumerables ocasiones he manifestado el deseo de querer mejorar al Ecuador. Es más, fue lo que me motivo a abrir este espacio. Es un deseo que seguramente todos los que somos o nos sentimos ecuatorianos compartimos. Seguramente quieres que nuestro Ecuador salga adelante. Que progrese. Que necesitamos un mejor porvenir para nuestros hijos. Y para los hijos de ellos.
Ok. Debo admitirlo. Es nadar contra corriente. Es nadar en medio de tiburones y pensar que voy a salir ileso, salvo que ahora no tengo riesgo físico, sino riesgo emotivo: me desilusiona mucho, y desmotiva aún más, cuando encuentro en el país demasiados problemas que puedan hacerme pensar que nunca vamos a encontrar el camino hacia allá, hacia el progreso.
¿Debo someterme a la cruel realidad? ¿Pensar que el Ecuador puede mejorar es pura mierda? ¿Debo pensar que vivo en la tierra de la corrupción, y que nada me va a salvar de ello? ¿Debo permitir que se me vea como bicho raro por no acceder a la corrupción? ¿Debo olvidarme que los gobiernos de turno se rifan al país y nadie les dice nada?
Realmente, ¿si se puede? Quiero pensar que sí. Quiero, y me motivo a pensar que sí se puede. Que nosotros los ecuatorianos, estamos para cosas grandes. Que los ecuatorianos sabemos sobreponernos a las adversidades. Que algún día -nadie dijo que sería fácil- mejoraremos al país. Que nos dará gusto vivir el Ecuador. Que los dos millones de migrantes regresarán gustosos a esta tierra, y no a pagar deudas, como el imbécil del canciller dice, sino a cobrarlas. Que en este espacio ya no critique al gobierno, sino que aplauda sus obras.
¿Mucho pedir? Si, seguro. Es mucho pedir. Nadie dijo que mañana esto ya está listo. Quizá llegue a viejo y no vea mucho cambio. Pero me iré, en parte, tranquilo. Tranquilo porque sabré que luché y no me cansé de decir que mi país es grande. ¿Tú te iras tranquilo?
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