CSI Criollo 2

Siguiendo con los trámites que involucran los siniestros de ese tipo, me dirigí por estos días a buscar nuevamente al super agente 86, aquel que está a cargo de la investigación. Me había citado a las 08H30. Llegué al lugar a las 08H32.

G: ¿El agente 86?
Policía #1: Al frente trabaja.
G: (con cara de “ya me pusieron a huevear otra vez”) OK.

Cabe recalcar que me había dirigido al mismo sitio donde me entrevisté con él la vez anterior.

Paréntesis.

Definitivamente espero que nunca vayan por allá, peor aún haciendo los trámites que me han tocado efectuar. Da pena ver como se desenvuelven en una infraestructura destruída, paredes manchadas y mala ventilación. Las oficinitas (de 3x3, insisto), si tienen su aire acondicionado, al lado de escobas y estopas vaya Dios a saber porqué están ahí. No obstante, me recordó a una vulcanizadora. Solamente que en lugar de tener en la pared el recorte de los miércoles sexys de diario Extra, tienen un recorte del Súper, con los cromos de los 14 más buscados.

Fin del paréntesis.

G: ¿El agente 86?
Policía #2: En ésa oficina de ahí. Espere que lo llamo.
G: (que bueno, por lo menos van a hacer que venga)
Policía #2: ¡OCHENTAYSEEEEEEEIS! Vaya amigo, allá en esa puerta toque y él le atiende.
G: (con cara de “ya estoy hueveando”) OK.

Toc, toc.

Agente 86: ¡Cómo está! ¿Por qué no vino cuando lo cité?
G: Usted me citó para hoy…
A: ¡Cierto! ¿Cuál es su nombre?
G: Sornoza.

Dicho esto, el agente se acercó a la computadora. Inmediatamente me dije: “Puta, no puede ser, tienen un sistema para control de las denuncias”. Y efectivamente, no podía ser. El agente comenzó a buscar en un cajón aledaño, mientras apagaba la computadora. Mis esperanzas, al piso, nuevamente.

Fuimos al lugar de los hechos (pagué yo la movilización, sino no se mueven) y fue así como me dí cuenta que jamás recuperaré lo mío. Salvo por un par de artefactos que estaban asegurados, el resto pasó a mejor vida. Y no es que 86 no hiciera bien su trabajo: me parece que lo hizo conforme le da la tecnología: en un papel tomando las declaraciones. Es que me dio ese sabor tan “superficial” y rutinario. En fin. Me imagino que ha de estar cabreado.

¿Podrá 86 resolver el misterio del hurto invisible?

Lastimosamente no creo que haya un desenlace. Creo que hasta aquí llega mi capítulo de CSI Criollo.