Morir en el intento

A pesar de ser el grito de batalla del coronel, no puedo dejar de lado el análisis muy mío, por cierto, de esta frase: "Cambiamos al Ecuador, o morimos en el intento".

La demagogia a la que nos tienen acostumbrados los políticos de turno, cada vez que se acercan las elecciones, es lo que ha provocado que dicha frase, y todo lo que implica, pierda validez. Ya alguna vez comenté sobre el tema, y me parece que utilizar tanto a la patria para ganarse un puesto de elección popular es, por demás, bien bajo.

Si usted y yo, amigo lector, estamos dispuestos a mejorar al Ecuador, a cambiarlo, podemos hacerlo en voz baja. Podemos comenzar por ser menos corruptos. Podemos comenzar por encontrar soluciones a los problemas, no sólo señalándolos. Podemos comenzar a participar en el desarrollo sostenido del país, comenzando por el marco legal. Quizá el problema que siempre le vemos es que los políticos están "por allá", "sólo en las noticias". Pero no. La satanización de la política viene, a mi modo de ver, desde los mismos medios tradicionales, que nos divorcian de la participación política en la cual todos estamos llamados a ser actores y co-partícipes.

La capital ha demostrado fervientemente que se requiere un cambio. Que el común de los ciudadanos requiere el cambio. Quisiera que todo el país esté así, en dicha actitud, políticamente correcta, democráticamente acertada. Quisiera que todos estemos pendientes de lo que sucede en nuestro país, involucrándonos. Ya sé, estoy pidiendo demasiado, pero con que hayan, en cada ciudad, unos 10000 que pretendan dicho cambio, creo que me doy por bien servido.

No espero tampoco que las autoridades actuales hagan algo para solucionar el problema que vivimos. La solución no está en el congreso ni en el ejecutivo. La solución está en nosotros. Esta es, a mi modo de ver, la oportunidad que esperábamos. Lo bueno es que como la situación ya tocó fondo, no podemos ir para otro lado sino para arriba. Y debemos progresar, y debemos luchar por mejores días para el país.

¿Refundar el Ecuador? Sí, correcto, pero que se queden los ecuatorianos, aquellos que sí juraron, y aquellos que están dispuestos a morir en el intento.