Algo podrido huele en… ¡Machala!
Imaginen el siguiente cuadro: Reunimos 4 kilos de mierda. Ahora que nos aproximamos a fin de año, colocamos una camareta de esas “tumbabarrios” en pleno centro. Encendemos la camareta. Revienta. Todas las personas, animales o cosas aledañas al susodicho montón de caca terminarán manchadas de la caca que ha salido dispersa hacia todos lados. Y apestosas, de paso.
Algo similar es lo que ha ocurrido ahora en el ya tristemente célebre caso del notario machaleño. Han salido embarrados “grandes” personajes de la provincia bananera.
Que el Presidente de la corte superior de El Oro –que dicho sea de paso era el jefe del notario-, que la esposa del Alcalde machaleño Falquez, que uno de los jueces “nuevecitos” calificados para la Corte Suprema de Justicia. Que el comandante de policía de El Oro. Que los milicos. 28000 perjudicados.
Luego de varios días, dejada al ambiente, la caca ha comenzado a endurecerse. Y al parecer salieron embarrados en la cara los personajes anteriormente mencionados. Excusas tales como: “Yo no sabía si era ilegal o no lo que hacía el notario” (dicho por el presidente de Corte Suprema de El Oro); “Todos lo hacían” (la esposa de Falquez); “Esperemos el informe de la inspectoría” (el comandante de policía de El Oro): todo ello habla de lo caradura que pueden llegar a ser las personas, peor aún cuando algo de poder comienza a enceguecer.
Digo yo, ¿nadie nunca se preguntó de donde venía tanto dinero? Cancelar cerca de 600.000 dólares diarios de interés (sí, leyeron bien, $600000), genera todo tipo de dudas y comentarios. Obviamente lo más probable es que se trate de algún caso de lavado de dinero, para portarnos pesimistas. ¿Nadie dudó nunca? ¿Por qué se hicieron los locos cuando se sabía la noticia desde el año pasado? ¿Y el fiscal? ¿Y el superintendente de bancos?
Claro que la ambición humana, y la situación del país hace pensar a más de uno en confiar sus capitales a alguien que lo reproduce al 10% mensual. Es decir, si le daba $15000, y me entregaba $1500 mensuales, era un gran negocio. Y sin trabajar. ¿Es o no tentador? ¿Es o no rentable?
Lo que definitivamente sí no es, es legal. No me vengan a hacerse las víctimas. Simplemente es complicidad mutua. ¿Acaso no vieron que en cualquier momento podría reventar la bomba? ¿Y que iban a hacer a la muerte del notario? ¿Estaba o no el superintendente de bancos enterado del asunto? ¿El CONSEP no investigó las cuentas del notario? ¿Cómo se explica que el saldo de una cuenta de ahorros en una cooperativa llegue a más de 800 millones de dólares y nadie diga nada? (Dicho sea de paso, la cooperativa es de militares).
Muchas preguntas y pocas respuestas. Definitivamente algo podrido huele en Machala. Ah, cierto, ni se les ocurra pasarnos la factura a los otros 11 millones de ecuatorianos.
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