¡Yo también quiero uno!
- PZ: Coronel, tengo algo que informarle.
- LG: Dime, Patricio. Pero que sea rápido, tengo reunión con Regina.
- PZ: No, es rápido. Resulta que se me daño el carro.
- LG: Bueno, cómprate otro.
- PZ: Si, coronel, pero, ¿se acuerda de la visita del Presidente Lula?
- LG: Ah, sí... bueno estuvo el almuerzo.
- PZ: Bueno, resulta que cuando veníamos en el carro hacia Palacio él se quejó del carro.
- LG: Ah, ya... ahora ya entendí. ¿Quieres que vayamos a pasear un rato?
- PZ: No, coronel. Le trato de decir que necesitamos un nuevo carro para la cancillería.
- LG: Hubieras dicho eso desde el principio. Ya mismo te mando a hacer confesión judicial por tratar de sacarme a pasear, insinuas que son maricón.
- PZ: No, coronel, no se preocupe. Lo de maricón queda entre usted y yo.
- LG: Ya, no te pases de chistoso. Toma, ahí va en el registro oficial.
- PZ: Coronel, ¿qué hago con los otros carros, que sólo tienen 5 años de utilizado?
- LG: Ya pues remátalos, pero hazme un favor, que gane mi papá, mi hermana y mis cuñadas, para ver si ellos los venden y se hacen de algo de billete. ¿Y qué carro quieres?
- PZ: Uno no muy caro. Creo que una limosina de $70000 me irá bien. Averigüe de una empresa que me la deja en $68000, gran ahorro, no?
- LG: ¿Porqué vas a comprar un carro verde? ¿Por el partido?
- PZ: ¿Verde? Yo no dije que iba a ser verde.
- LG: ¿Y no era una limonsina?
- PZ: Esteeeeee... bueno, coronel, lo dejo.
- LG: Sí, me voy a Guayaquil, a ver cómo está el Renán, y luego al Hilton, a ver como va el TLC y la Ivonne.
- PZ: Gracias coronel.
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