El Ecuador de hoy - Política y Sociedad Ecuatoriana: Alerta: Nueva enfermedad

diciembre 06, 2004

Alerta: Nueva enfermedad




Me he pegado contra el piso una vez más. Mis pensamientos sobre el actual ministro de Gobierno tuve que ponerlos en el inodoro y halar la válvula. Yo pensaba que este hombre, por lo menos, iba a hacer que el gobierno piense (de por sí dura tarea) antes de escribir.

Pero no. Parece que alguna especie de retrovirus invade el palacio de Carondelet. Lleva poco más de un mes en el cargo, y ya se contagió.

Si, el señor Damerval comenzó a rectificarse. No podía ser de otra manera teniendo al que sabemos a su lado. Aquel que da un paso adelante, le dicen que estuvo mal, retrocede dos, da un paso a un lado y luego en diagonal, para finalmente avanzar a donde estaba, para que le digan que ahora si está bien.

A ver señor Damerval. Me imagino que sus amigos de la corte le reclamaron por sus declaraciones de hace 3 semanas. Usted proponía varios cambios en la Corte Suprema. Ahora no. Ahora lo que dice es que "No se debe tocar a la Corte Suprema". Viejos favores no cobrados han de ser los que lo motivan a retractarse. No creo que usted tenga los mismos asesores del coronel. O prefiero no creerlo.

Creo también que usted ya se cambió definitivamente a Quito. En realidad desconozco si la delincuencia en la capital también campea (lo que no sorprendería), pero es un hecho que aquí en Guayaquil sí lo hace. Pero, dejándose llevar por sus "amigos", ahora dice que no: Que está mal proporcionar más seguridad a Guayaquil. Que la policía puede sola. Ya todos quisiéramos que pueda sola. Pero no puede. Y no es que le diga que la policía viene de bajada, sino que precisamente es mejor unir fuerzas para la seguridad y no desproporcionarla que es lo que pretende (más allá del billetazo que seguramente se están metiendo los dueños de dichas compañías). Seguramente a usted no lo han asaltado afuera del hospital Vernaza (lo conoce, o no?).

Pero bueno. No me haga caso. Total, usted ya se volvió como el coronel. No oye sino a los caprichos panameños con olor a guatita. Un último consejo: deje de comer en Carondelet. La sal sin yodo que le ponen a la comida ahí ya tiene a los comensales cretinos. No diga que no se lo advertí.