La puntualidad
Mucho se ha dicho sobre la puntualidad ecuatoriana. Oh, sí. Para un ecuatoriano por lo general las horas a las cuales se concreta alguna cita son por lo general, de 15 a 30 minutos después de la hora pactada. Tradicionalmente hemos escuchado: "Digamos a las 7, para que estén acá a las 7 y media", "te paso a buscar a las 12, 12 y media", "nos topamos tiro 10 de la mañana, ok?".
Y es que creo, que luego de la corrupción, la impuntualidad es algo que la sociedad lo tiene firmemente arraigado en su seno. Aquí no puedo criticar mucho puesto que si bien es cierto me gusta ser puntual, tampoco es que todas las veces lo sea. Pero no me quita que exponga que esto está mal.
Admitámoslo: es un problema de conducta. Es un problema contra el que tenemos que luchar duramente. Durante la última campaña por la puntualidad, se indicó que el Ecuador pierde alrededor de $2500 MILLONES al año. Extraordinario.
Y lo más chistoso son las excusas que presentamos: "hubo un accidente terrible", "no tenía con quien dejar al bebé", "el tráfico estaba espantoso", etc. Siempre tendremos alguna.
Pero porqué me molesta tanto la impuntualidad (sí, a veces con bronca propia): si nos acostumbramos a ella, la vemos como normal. Normal no es empezar una reunión 15 o 20 minutos despúes. Normal no es tener bien estructurada una reunión y que termine 1 hora luego de lo pactado. Es absolutamente improductivo.
Como la impuntualidad es una mala costumbre desde todo punto de vista, aquí daré algunas recomendaciones para empezar a erradicarla de nuestro medio. Seguro nos va a costar, pero bueno, con esfuerzo todo es posible.
1. Adelanta tu reloj unos diez o quince minutos para llegar a tiempo.
2. Utiliza tu agenda. Parece una recomendación obvia, pero son varios los que eligen un modelo de su agrado y nunca más la abren.
3. Sé realista con los tiempos y no prometas más de la cuenta.
4. Considera que los imprevistos existen y no hay que andar siempre "al justo".
5. No dejes pasar las impuntualidades del resto como si nada. Haz sentir tu molestia.
6. El ejemplo es lo mejor en estos casos, si eres el jefe o la autoridad.
Les recuerdo una vez más: El verdadero cambio del Ecuador estará en el cambio que le demos a nuestra vida.
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