Dulce Navidad
Quisiera empezar disculpándome con los amigos que leen este blog, de no haber podido postear nada gracias a SatNet y su f*cking cable modem (al igual que este amigo), una semana sin internet, definitivamente, es imposible de sobrellevar.
Ahora bien, quisiera hacer una pequeña reflexión dadas las fiestas de fin de año. Algunos quizá esperaban que haga una crítica a la intervención del Maestro Masón en el programa "3 mujeres y un pollino"... pero no. Dejemos eso para luego. Él se hunde solo, no necesita ayuda.
El Ecuador es un país grandioso. Tiene cientos de kilómetros de playas, esperando a los turistas. Tiene los paisajes más encantadores de los Andes. Tiene volcanes para hacer excursiones, tiene diversidad biológica increíble en la amazonía y ni hablar de la región insular. ¿Porqué carajos estamos como estamos, entonces?
Simplemente nos equivocamos. Es de humanos equivocarse. Pero, también es de humanos enderezar los yerros. Hagámoslo ahora. Aprovechemos que estamos finalizando un año, en el cual hemos sentido que el Ecuador es un botecito a la deriva. Dejémos ya esa actitud derrotista, y seamos protagonistas del cambio. Dejémos a un lado el egoísmo y pensemos en el común bienestar. Démonos la mano, unos con otros. Póngamos nuestro granito de arena para mejorar al Ecuador. Dejémos de quejarnos. El cambio del Ecuador está en el cambio que nosotros mismos hagamos en nuestra vida. Eduquemos, enseñemos, respetemos... todo está a nuestro alcance. Es cuestión de quererlo hacer.
Justo ayer me enteraba que el riesgo país estaba en 713 puntos, de los 4000 y más en que estaba en junio del 2000. Hemos mejorado harto, las cosas están pintando para mejor. El problema está en la clase política que inunda los noticiarios con sus dimes y diretes, en lugar de aprovechar el momento. Ya lo he dicho algunas veces. Es el momento propicio. Es el adecuado. ¿Con otro presidente nos hubiera ido mejor? No sé. Lo importante es que meditemos seriamente que podemos hacer, en el nuevo año, por mejorar al Ecuador. Yo seguiré en esta esquina tratando de rescatar lo bueno, criticando cualquier idiotez de los directores del país, mientras me convenzo más que el Ecuador está para cosas grandes.
Si las cosas siguen así con el internet, no podré volver a postear esta semana, de manera que les deseo la mejor de las navidades, en unión de sus seres queridos, amigos y demás allegados. Olvidemos -no sin aprender de la experiencia- lo malo que pasó y démosle un fuerte abrazo al Ecuador. Que esta Navidad sea la mejor, insisto.
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